A veces también puedo sentirlo, pero no sé por qué. A menudo nos ponemos celosos porque siempre estamos vigilando cómo nos vemos a los demás, cómo medimos y comparamos. La inseguridad es la fuente más común de celos.
Sin límites claros, los hombres y las mujeres que se ponen celosos pueden ser muy perjudiciales para su salud mental.