Cuando hablamos de “comportamientos”, generalmente nos referimos al tipo de respuestas y características “programadas” que podríamos agrupar bajo el título de “naturaleza humana”.
Desmond Morris profundiza en este tipo de cosas en sus libros como The Human Animal … donde mira la naturaleza humana a través de los ojos de un zoólogo.
Tenemos respuestas al miedo, a la estimulación sexual, a varios otros tipos de interacciones entre las personas … Exhibiciones de amenazas, comportamientos de lucha, etc., etc.
Estas cosas forman parte de nuestra herencia evolutiva y para encontrar orígenes para ellos tendríamos que ir muy lejos a lo largo del árbol genealógico humano … Volver a los miembros más primitivos del género “Homo” … E incluso antes.
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Es por una buena razón que muchas de estas respuestas se originan en lo que se llama el “cerebro reptil” … La parte más primitiva del cerebro de donde también se originan las emociones. Estas son todas las características de supervivencia. Sirvieron muy bien a nuestros antepasados primitivos … Manteniéndonos vivos en ambientes hostiles hasta que nos volvimos lo suficientemente inteligentes como para manipular esos entornos nosotros mismos. Todavía están con nosotros. Si escuchamos un ruido fuerte y repentino, como un disparo, seguimos “agachándonos y escaneando” … buscando la fuente del posible peligro.