Los amigos equivocados hacen mal. Los buenos amigos con los límites adecuados establecidos no hacen mal. Las buenas personas eligen buenos amigos y evitan toda asociación con personas malas. Las personas malas no pueden elegir o atraer buenos amigos (quienes, por definición, naturalmente se niegan a asociarse con ellos). Si quieres buenos amigos, mejorate primero. Puede pensar que es una persona “buena”, pero ese pensamiento es improductivo. Primero, nadie es perfecto. Sólo uno es bueno y él es Dios. En segundo lugar, nunca eres tan bueno como crees que eres. Cuanto mejor crees que eres, peor eres usualmente. Las buenas personas saben cuánto espacio tienen para mejorar. La selección de malos amigos es en sí misma un defecto importante de carácter; no poder o no querer ver y entender las señales de advertencia.
Así que la respuesta corta es: las personas malas eligen a los malos amigos que las hacen mal, mientras que las buenas solo eligen a los buenos amigos que las hacen bien. Y como puede haber adivinado a partir de esta respuesta, las personas buenas como yo cortan a quienes nos hacen mal de manera constante.