Podría ser cualquiera de los siguientes:
- No te puedes relacionar con la situación : nunca te ha pasado algo parecido a ti o a tus seres queridos, por lo que lo “malo” no provoca ninguna emoción negativa que hayas experimentado antes.
- Usted se enfoca en su propia vida: no importa lo que esté sucediendo en la vida de los demás porque está demasiado ocupado con la suya. Prefieres pasar ese tiempo preocupándote por ti mismo.
- Te falta empatía: esto no significa que no puedas simpatizar con los demás, puedes hacerlo. Simplemente no puedes ponerte en sus zapatos y sentir su dolor o tristeza.