¿Crees que nuestra preferencia por la conveniencia ha cambiado el mundo?

Absolutamente.

A medida que nos sentimos más cómodos: comida instantánea, comunicación, entrega … nos estancamos.

La gente no cambia a menos que haya una presión abrumadora.

Siempre escuchamos “Quiero más dinero” o “Quiero cambiar”, pero es muy fácil sentarse en la comodidad de su propia casa, comiendo papas fritas y viendo televisión. Si estuvieras muerto de hambre moverías tu trasero para encontrar comida. Si no tuvieras una casa, trabajarías para encontrar una.

Nuestras necesidades básicas se están satisfaciendo instantáneamente. ¿Te sientes como contacto social y aceptación? Consigue un me gusta en Facebook. Es una falsa sensación de satisfacción, que a Facebook no le gusta la capacidad de impacto positivo que tiene la interacción social real y en persona.

Nuestras comodidades nos han encadenado en la complacencia.