Aquellos que están al respecto, por lo general no tendrán ninguna necesidad apremiante de parecer que lo son. Otros, o al menos los que son capaces de reconocerlo y apreciarlo, lo percibirán instintivamente en las palabras y acciones de quien lo tenga. La arrogancia, aunque normalmente es una cualidad mostrada por personas de menor carácter, nunca es menos un rasgo independiente de cosas como la inteligencia, per se. Es un producto de problemas de autoestima, que están sobrecompensados para ocultar esta debilidad percibida de los demás. Llano y simple. La inteligencia, cuando se combina con la arrogancia, es un buen indicador de que una persona tiene fallas fundamentales de alguna manera u otra que tiene que ver con su capacidad para interactuar con otras personas.
Eso es todo, y buen día para ti.