Eso te hace humano. Nos regimos al 100% por nuestros deseos. No los elegimos. No elegimos a quién nacer. No elegimos a dónde ir a la escuela. Cuando comenzamos a cuestionar quiénes somos, nuestro programa ya está integrado en nuestra placa base. Para empeorar las cosas, somos productos de nuestro entorno. Así que cualquier cosa que los que me rodean desean, yo también lo deseo. Cualesquiera sean las tendencias e inclinaciones con las que nací, el entorno determinará cómo se expresan. Por último, siempre me comparo con los demás en cualquier cosa y todo, y siempre trabajaré duro para mantenerme en el mismo nivel o más alto que los que me rodean. Según la ciencia de la Cabalá, todos somos esclavos de nuestros deseos de recibir placer. Todo en la naturaleza es así y las personas que nos rodean no son mejores que los animales. Simplemente somos animales más complejos, pero animales no obstante. Sin embargo, en un pequeño número de personas, despierta la pregunta que los separa del nivel animal y los pone en una pista para convertirse en humanos. Esta es la pregunta de “¿Cuál es el significado de mi vida?”
Si no podemos responder a esa pregunta, ninguna cantidad de dinero en el mundo nos hará felices. Porque este deseo de saber nuestro propósito no puede ser respondido por nada de este mundo. Creo que estás listo para escuchar la explicación de la Cabalá sobre el sistema de la naturaleza y nuestro lugar en él. Es fascinante. Es concreto, científico y lo más satisfactorio que puedes esperar, porque sentirás que ya estás empezando a conectarte con tu verdadero propósito. Prueba un curso en línea gratis aquí.