Es tanto es como no es. No es aceptable ser un idiota sobre cualquiera de esas cosas. Si vienes medio vestido o flexiones constantes, o si te jactas constantemente de cuánto ganas o de cómo llegaste primero en una carrera una y otra vez, la gente juzgará y algunos pensarán que eres un imbécil.
Intelectualmente no es diferente. Si hablas de cosas interesantes y llegas a ideas interesantes, a nadie le importará. Si te jactas de tu coeficiente intelectual o si, obviamente, presumas de algo por encima, algunas personas pensarán que eres un imbécil. Y estarán tan bien como si estuvieras luciendo físicamente o en términos de tus talentos.