Es todo su comportamiento basado en el ego.
Las personas religiosas están profundamente arraigadas en la historia que les han contado. Les gusta el modelo ofrecido y no les gusta que alguien se meta con él.
Pero no solo las personas religiosas hacen eso.
Si eres un poco más consciente, podrías notar que los ateos radicales hacen lo mismo. Se ponen de pie con alegría cuando encuentran la oportunidad de defender sus creencias.
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Así que no se trata de religión. Y no se trata de ateísmo.
Se trata de personas inmaduras que piensan que lo que saben es la verdad innegable.
Estas personas, porque realmente no piensan por sí mismas, invierten su ego en un determinado modelo de realidad. Debido a que su estructura de ego se basa en ese modelo, cada vez que alguien se mete con él, automáticamente se meten con su ego.
Y el ego tiene que responder y defenderse. Tiene su propio mecanismo de supervivencia.
Así que tienes a estas personas en los círculos religiosos. Pero también los tienes en círculos ateos, agnósticos y en cualquier otro. Los tienes con los fanáticos de World of Warcraft y con los fanáticos de Beyonce.
Son todas las personas desequilibradas que buscan acariciar y defender su ego.
Pero lo más importante es que todos tenemos eso, algunos más, otros menos.
Defender tus creencias es una reacción bastante natural a que sean violadas.