Conocí a un joven colega que solía recoger objetos de cobre en la basura del laboratorio para revenderlos (cosas como viejos grifos). No hay nada ilegal allí, pero las universidades francesas son anticuadas y tienen un gran sentido del decoro. Cuando solicitó convertirse en profesor de tiempo completo, dos miembros del jurado lo vieron de pie en uno de los grandes recolectores de basura. Se merecía el puesto, pero nunca lo consiguió. Lo mismo le sucedió a un colega muy merecedor. Ella era muy competente, pero era tan cruel y agresiva que nadie votó por ella.
La lista de pequeñas cosas que bloquean tu carrera es infinita.