Podría haber muchas razones. Quizás sea la raíz del comportamiento antisocial. Por ejemplo, algunas personas no saben cómo obtener atención de manera natural, por lo que actúan.
Hay una forma de psicología llamada “Análisis transaccional” que observa la interacción entre las personas.
(ref. los libros * “Estoy bien, estás bien” * por Richard Harris y * “The Games People Play” * por Eric Berne – y otros).
En el nivel básico, observan que los humanos necesitamos “acariciar” a diversos intervalos, es decir, la interacción con otros humanos. Si nos privamos de esto durante un largo período, nos deprimimos y hasta podríamos morir. Algunas personas que no han aprendido la habilidad social necesaria, incluso eligen un comportamiento negativo para obtener una reacción, porque cualquier es mejor que nada. Dicen que las personas en confinamiento solitario gradualmente se deprimen mucho.
Una “Transacción” consiste en un estímulo (“golpe”) de una persona a otra que se espera que produzca una respuesta. Si no hay respuesta, o si la respuesta es inesperada, pueden surgir problemas. Tendemos a relacionarnos con personas que están programadas con expectativas similares de acariciar. Por ejemplo, con extraños basta con un gesto de asentimiento o levantando una ceja. Alguien que conocemos mejor podría necesitar un abrazo. El “acariciar” verbal es otro tipo.
Tenía una amiga que se mudó de Londres a un lugar en el país porque ella vivía sola y no veía a muchas personas. En el país, la norma social es que si pasas a un extraño en la calle y dices “buen día”, responderán. Luego caminan. (Se da y se recibe un “golpe”). Quizás más tarde puedan detenerse y hablar, y conocerse mejor. Encontró que si lo hacía en Londres todo lo que obtenía era una mirada sospechosa, y no una respuesta.
Esa situación se llamaría una “Transacción”. Un “golpe” de reconocimiento personal es dado por una persona y devuelto por la otra. La Transacción ha finalizado. Dependiendo de las circunstancias, como qué tan bien se conocen, puede haber más transacciones / golpes o no.
El psicólogo René Spitz (1887-1974) descubrió que los bebés privados de manejo físico durante un largo período tenderán a hundirse en un declive irreversible ya ser más propensos a las enfermedades, tal vez incluso a la muerte. Se descubren efectos similares en personas sometidas a largos períodos de aislamiento. Esto dio lugar al concepto de “hambre de estímulo”.
Se llegó a la conclusión de que cualquier relación social tiene una ventaja biológica sobre ninguna relación sexual. Los experimentos con animales muestran que el manejo suave y las descargas eléctricas dolorosas, ambas formas de Acariciar, son igualmente eficaces para promover su salud.