Porque el arte real da miedo: te toca, te mueve, hace que te detengas y la parte más aterradora: te hace reflexionar sobre ti mismo. La mayoría de las personas experimentan que al abrir una lata de gusanos, es mejor mantenerse alejado.
Así que optan por la comida rápida en la cinematografía, esas películas que solo tocan emociones superficiales y son, por diseño, mucho más que una secuencia de ritmo adrenalina y momentos desencadenantes de endorfin.
Mantiene la vida “simple”.
En una confirmación adicional de ese sentimiento, y para mostrar algo de cultura, está de moda decir que anhelas experiencias más profundas y racionalizar que solo bajaste el listón sustancialmente para ti mismo observando Lure of the Zombies.