Le di un préstamo a una persona que creía que era mi amigo. 10 meses más tarde, no ha pagado, ni me ha llamado para explicarme por qué. ¿Qué digo, ya que siento que ha arruinado nuestra amistad debido a su silencio?

Esta es una situación delicada y una de las principales razones por las que la mayoría de los financieros aconsejan a las personas mantener una segregación severa entre el dinero y las relaciones. Hay más que dinero en riesgo aquí. Tú relacion. Pero entonces, cuando un amigo está realmente necesitado, tampoco sería correcto negarse directamente. Y como ya te has puesto en esta situación, la única forma de seguir adelante es hablar directamente. Llámelo o reúnase con él en persona y hágale saber que necesita que le devuelvan su dinero (puede explicar por qué, si tiene ganas). No enviar SMS ni enviarlo a Whatsapp. La próxima vez que un amigo te solicite ayuda, sugiere préstamos personales. Por supuesto, tampoco todos los amigos pueden actuar así.

Nunca preste dinero a amigos y familiares.

Dé excusas tales como ‘Recientemente le di un préstamo a alguien por algo. Ahora no tengo ninguno.

Da un oído comprensivo pero no tu dinero.

En momentos de emergencia médica, está bien prestar dinero, sin embargo, en cualquier otro momento, diga que no.

¿No eres igualmente culpable con tu silencio? Solo pregúntale a él.

¿Por qué no pides el pago por ello? La clave aquí es una buena comunicación. Solo tienes que preguntarle, y abstenerte de estar enojado. Recuérdale tu acuerdo. Recuerda, tu principal objetivo es ser pagado.

Si echas de menos a tu amigo, llámalo y dile eso. Y dígale que no tiene que preocuparse por el dinero, y que puede devolverlo solo si puede.
Si no lo extrañas, lo único que has perdido es algo de dinero …