Es fácil hacer promesas y al hacerlo se excusa para que el promotor no tome ninguna acción inmediata. Es muy parecido al saludo tradicional de “Cómo estás” con la persona que responde “Bien”. Obtendrás esa respuesta insulsa aunque su vida se esté desmoronando en este momento por cualquier razón personal. Evita entrar en una larga discusión sobre el tema y excusa al encuestado de una mayor interacción al respecto.
Por otra parte, muchas personas harán promesas bien intencionadas que nunca cumplirán por una razón u otra. La gente generalmente quiere complacer a los demás, por lo que dan respuestas con la esperanza de que el otro piense bien de ellos.