Las palabras a menudo tienen más de un significado, así que en algunos contextos, puede haber poca o ninguna diferencia entre ser “educado” y ser “calificado”. Una persona que ha recibido una educación legal, por ejemplo, probablemente esté calificada para realizar trabajos en el campo legal. El nivel de educación determina el grado de cualificación. Uno esperaría que un abogado tuviera una educación legal más completa que un empleado de archivo o asistente legal (en los Estados Unidos). Para ejercer la abogacía como abogado, por lo general, también se requiere la calificación adicional de admisión a la barra después de pasar un examen.
Muchas personas que hablan de educación significan la palabra en un sentido más amplio. Ser educado en este contexto significa que la persona no solo ha estudiado y adquirido experiencia en un campo en particular, sino que también ha estudiado otras materias. Una persona educada tiene conocimientos generales de matemáticas y ciencias, así como historia y literatura. Además del conocimiento general, una persona educada debe ser un pensador disciplinado y crítico. Una persona educada puede carecer de calificaciones específicas para hacer muchos trabajos pero aún así entenderlos a nivel conceptual.