No hay explicación en la ciencia o en la filosofía occidental sobre por qué las personas nacen en circunstancias tan diversas, o por qué somos tan diferentes desde el nacimiento.
La ciencia diría que el proceso de ADN que decide muchas características innatas es aleatorio (aquí aleatorio significa más bien “no sabemos”). John Locke, filósofo, pensó que un niño nace como una pizarra en blanco (Tabula Rasa), y que la familia y la sociedad hacen la programación sobre la mente y la vida de los niños. Aun así, incluso los hermanos (la misma familia y el entorno) muestran enormes diferencias en las tendencias y disposiciones. Además de los padres y la sociedad, debe haber otra influencia en nuestro comportamiento, muy personal: llevamos nuestra subconsciencia desde el nacimiento.
El concepto de Karma deriva del principio de causa y efecto. Karma significa “Acción” y la acción tiene una causa y tiene un efecto. Nuestras motivaciones, causas de acciones y sus efectos, se registran en nuestra mente. Nadie puede negar esto. Es muy fácil entender el karma a través de la observación de dos individuos A y B, ambos ahora a la misma edad de 50 años; y la Persona A ha pasado la mayor parte de su vida en estudios, trabajo, compromiso y acciones compasivas, mientras que la Persona B ha pasado los años en descuido, violencia, drogas, etc. Aunque ambas comenzaron en condiciones iniciales similares, la cuenta acumulada de La acción de la Persona A es diferente a la de la Persona B. La suma total de todas las tendencias creadas por cada una de ellas se llama Karma. La persona A tiene un Karma diferente (o tendencias y resultados de acciones) que B.
El karma se crea a través de acciones, y el comportamiento repetido graba en nuestra subconsciencia un camino de tendencias y disposiciones, llamado karma.
La única dificultad con este concepto simple y razonable es si las tendencias almacenadas (Karma) se pueden trasladar después de la muerte. Después de la muerte, los sentidos corporales y la conciencia del yo desaparecen, pero la información almacenada en la subconsciencia no tiene una razón para desaparecer, porque es información registrada en la Subconsciencia, y simplemente se congela como está en el último momento de vida. (Si su teléfono está dañado y está “muerto” como un cuerpo, la información almacenada en el iCloud no desaparece).
El budismo de Nichiren sugiere que la subconsciencia de uno permanece inactiva durante la muerte, pero se activa de nuevo a través de las relaciones sexuales entre hombres y mujeres: el padre y la futura madre. El resultado de la creación es un individuo completamente nuevo, que tiene una subconsciencia al nacer influenciada por las tendencias y disposiciones de la vida cotidiana (Karma), como ser demasiado emocional, más intelectual, obsesionado con el miedo o libre de obsesiones, enojarse fácilmente o tener tendencia a la calma, etc. … Esto se llama Renacimiento, una continuidad de la calidad de vida a través del ciclo de nacimiento y muerte.
El renacimiento es de alguna manera diferente de la reencarnación (lo que sugiere que el alma de la persona toma un nuevo cuerpo). El budismo no cree en el “alma” o en el espíritu fijo, sino en la energía del Karma, que podemos cambiar y mejorar en cualquier momento.
Diferencias entre el renacimiento y la reencarnación