Eso nunca ha sucedido con ninguna mujer con la que haya hecho el analingus. Y la otra respuesta es correcta, cada uno se siente diferente acerca de dar y recibir. Mi consejo sería que si una pareja comenzó a sentirse superior porque le diste este regalo especial, déjala … no se lo merece.
Soy un tanto dominante en el dormitorio, pero cuando recibí un analingus, nunca me sentí superior a mi compañero, solo agradecido de que me lo hiciera. Si está dentro de sus límites, podría ordenar a un compañero sumiso que realice un analingus, pero nunca tomaría esa sumisión por sentado.