¿Cómo podemos lograr que las personas contribuyan en lugar de la competencia?

La mejor manera de hacerlo es reconocer las diferencias y valorar sus aportaciones. La inclusión y la incorporación son el remedio para la mayoría de las situaciones competitivas en que se encuentran los humanos en grupos. Doblemente, al tratar de alcanzar un objetivo singular.

Llegar a aquellos que perciben que el grupo es una competencia es primordial durante el inicio de cualquier proceso de colaboración.

Si las ideas aportadas por esas partes “competitivas” se consideran contrarias a la dirección que decide el grupo, se debe explicar en detalle por qué no funcionaría o no su forma de hacerlo, etc. y la oportunidad de ofrecer una solución alternativa debería ser dado y tomado en serio

Si se considera que es útil, el grupo debe analizarlo para aumentar el “plan” para incorporarlo. En caso de encontrarse deficiente, el proceso debe repetirse.

La escucha activa y la consideración sin prejuicios son igualmente importantes entre todos en el grupo en todo momento.

Una vez que todos sienten que su opinión se considera tan apreciada e importante como todos los demás, entonces se puede alcanzar y mantener una participación verdadera, de colaboración y contribución sin fricciones sociales entre las partes.

Espero que esto ayude.