¿Por qué no parecemos cavernícolas?

En pocas palabras, porque ya no somos hombres de las cavernas. Nuestros cuerpos han cambiado y adaptado a lo largo de los años. Además, realmente no tenemos una descripción precisa de los hombres de las cavernas, nunca hemos visto uno en persona a menos que hayamos vivido cuando lo hicieron y nosotros no. Solo tenemos suposiciones, basadas en los hallazgos y de esos hallazgos, vinieron los dibujos de cómo se supone que es un hombre de las cavernas.