Dragan tiene toda la razón, aunque podría haberlo expresado mejor. La juventud es frescura y nuevas perspectivas y puntos de vista. También es el reino de la brillantez en varios campos. Pero esa brillantez no valdrá de nada si no está acompañada por la experiencia, la madurez y el pensamiento, que no llegan hasta que hayas vivido por un tiempo. Es solo cuando maduras, cuando tus sinapsis y tu mapa cerebral se asientan en la madurez que obtienes la perspectiva de usar esas increíbles cualidades de ser joven, por lo que es un poco paradójico, pero no inesperado: la juventud trae nuevos pensamientos, tecnología, Innovación, ideas frescas, pero la madurez nos brinda la perspectiva de poder comprender el valor de esas cosas desde una perspectiva más universal.
Sin mencionar que, junto con esas cosas maravillosas sobre la juventud, viene una buena dosis de pensamiento petulante y sin pulir; incapacidad de sentir empatía realmente porque aún no han vivido lo suficiente como para ver el mundo desde muchas perspectivas y, lo más importante, una incapacidad para encontrar su lugar en el universo.