Vamos a anotar los puntos …
- Dinero: el estrés financiero suele ser el mayor contribuyente de la grosería. Las personas arruinadas tienden a ser groseras.
- Clima: el clima a tu alrededor está directamente vinculado a tu estado de ánimo. La investigación dice que las personas que viven en áreas metropolitanas son mucho más groseras que sus contrapartes en el campo. La contaminación, el smog y el polvo juegan con nuestro sistema nervioso y con la respiración y nos hacen irritable y grosero.
- Estupidez Tolerar la estupidez no es fácil. Está bien ser grosero. Puedes golpearlos si quieres.
- Rupturas – No necesita explicación.
- Oficina: un mal trabajo puede hacerte sentir decepcionado y convertirte en una bolsa de ducha emocional. Así que ten cuidado.