Ningún humano en pleno funcionamiento puede estar libre de juicio (esta declaración es un juicio). Hacer juicio es una parte integral de nuestra actividad cerebral. El juicio es ubicuo y constituye nuestro razonamiento para moldear nuestro comportamiento. Los juicios que nuestra experiencia ha demostrado consistentemente que son correctos se convierten en nuestra realidad perceptiva, y nuestro comportamiento moldeado por ellos se vuelve reflexivo.
Juzgar en el sentido prejuiciado es un tipo de juicio basado en estereotipos, normas sociales, información errónea, generalización excesiva y sesgos, influenciados por la emoción con una intención discriminatoria.