La única persona contra la que deberías estar compitiendo eres tú mismo.
Date cuenta de que tienes control total sobre tus acciones, pensamientos, creencias, valores y emociones. Los éxitos de otras personas podrían interpretarse como algo bueno; por ejemplo, puede ser feliz para alguien que finalmente logra su sueño o contribuye a algo valioso.
Pero también puedes usarlo para deprimirte y decirte que eres un fracaso y que no tienes ningún valor.
No experimentamos la realidad. Experimentamos interpretaciones de la realidad. Existen múltiples filtros que distorsionan cantidades limitadas de información que percibimos y luego tratamos de darle sentido.
- ¿Debo mentir a Uber sobre mi experiencia de conducción?
- ¿Con qué frecuencia las personas mienten en sus hojas de vida? ¿Las empresas prefieren un buen mentiroso, o alguien que es completamente veraz?
- ¿Cómo se ve afectado un niño necesitado por la falta de atención de los padres? ¿Cómo puede esto ser útil a largo plazo?
- Cómo dejar de buscar aprobación
- ¿Por qué algunas personas piensan que está bien atacar, abusar o acosar a otros (especialmente a los turistas) solo por su nacionalidad?
En este caso, su ego está tratando de protegerlo cerrando la voz que le dice cuánto vale realmente. El cerebro del lagarto tiene miedo y se asegurará de que estés listo para enfrentar el peligro.
Pero no hay león persiguiéndote.
Esto es cuando tu mente consciente entra en juego. Las vías emocionales son rápidas, pero no muy confiables. Después de esto necesitas decidir conscientemente si el peligro es real.
En este caso el peligro no es inmediato. Así que te quedas con la sensación de ser inadecuado.
Pero tienes una opción. Puede usar ese sentimiento como una señal de advertencia y usarlo como un motivador para empujarse en la dirección correcta, hasta que se sienta más seguro.
Además, puede utilizar los éxitos de otras personas para su beneficio. Trate de averiguar qué factores contribuyeron a su éxito, y comience a modelarlos. Esto le ahorrará un poco de tiempo de prueba y error.
¡Buena suerte!