El primer paso es darse cuenta de que hay un problema. Mucha gente perezosa se niega a reconocer su pereza. Esto significa que ni siquiera el progreso puede comenzar.
Una vez que se ha realizado la verdad, todo lo que hay que hacer es cambiar.
Esta persona perezosa debe forzarse a la acción.
Los amigos y la familia pueden fomentar este cambio de comportamiento, pero nadie puede realmente hacer el cambio, excepto la persona en cuestión.
Requiere autocrítica, evaluar las prioridades de uno y decidir conscientemente hacerlo de manera diferente.