Solía mentir constantemente. Me causó todo tipo de problemas.
Entonces, me encontré en una relación con un increíble terapeuta.
Ella fue muy receptiva, nunca crítica, siempre cálida y amable. Ella era buena.
Era tan buena que se sentía increíblemente mal mentirle.
- ¿Qué se necesita para que la gente te admire?
- ¿Por qué siempre nos quejamos en la vida?
- ¿Las canciones favoritas de una persona dicen algo sobre ellas?
- ¿Por qué ya nada me asusta?
- Cómo no aburrirse de la escuela.
Me sentí culpable cuando fui deshonesta con ella. Nunca había experimentado eso. Solía mentir con tanta facilidad. Con ella me sentí extremadamente culpable por mi deshonestidad. Si le dijera una mentira, mi estómago se quemaría. Ardería hasta que dijera la verdad.
Entonces, empecé a ser honesto con ella. Al principio diría la mentira, luego volvería y me confesaría. Eventualmente solo sería honesto desde el principio.
Ella siguió aceptando, nunca estuve en problemas. Comencé a confiar en que podría ser honesto y que no pasarían cosas horribles.
Pronto esta honestidad se extendió a mis otras relaciones. Amigos, familiares, cobradores de cuentas … Todos entendieron la verdad.
La vida se me hizo mucho más fácil.
Si desea dejar de mentir, podría considerar la posibilidad de encontrar una persona con la que confíe para ser honesto. Una persona que, pase lo que pase, se quedará contigo hasta que aprendas la honestidad.