¿Las generaciones de personas se están volviendo ‘más felices’ que sus antecesoras?

Es una pregunta hipotética.

No sé mucho sobre lo felices que estaban mis ancestros y la generación de mis padres, pero en mi generación realmente no sabemos qué es la felicidad en términos reales.

Mi generación – felicidad = dinero. detrás

La mayoría de nosotros corremos detrás del dinero, creyendo que ahí reside la verdadera felicidad.

Cuando la mayoría de mi generación no sabe qué es la verdadera felicidad y corre detrás de otra cosa, no creo que nuestra generación sea más feliz que nuestros predecesores.

Desearía que mi gente encontrara la verdadera felicidad, tarde o temprano, lo más importante es que la felicidad viene de dentro.

No lo creo

Creo que hemos perdido la palabra feliz con “consumo”. Cuantas más posesiones materiales tengamos, aparentemente significa que estamos más felices estos días. Lo que es totalmente falso.

Gente antes que nosotros, algunos no tenían nada y otros tenían poco, pero era suficiente. Los valores de la familia y la comunidad eran más fuertes, y la confianza general era mucho mejor en estas comunidades. Antes era más personal, ahora todos somos anónimos entre nosotros. En mi opinión.

Creo que somos más felices, más en el sentido de que hemos avanzado en:

  1. Educación
  2. Ciencia
  3. Psicología
  4. Tecnología
  5. Medicina
  6. Derechos humanos (cuestionable pero mejor que antes)

Pero avanzó en la “felicidad”.

No, no lo creo.

La felicidad es un estado de contenido. Algunos han tenido éxito en alcanzarlo, pero la mayoría sigue caminando ciegamente, pensando que son felices, pero en realidad están satisfechos, solo por el momento.

Para una pregunta de este tipo tendríamos que tomar un “promedio” y tal vez mirar algunos de los índices de felicidad y compilar un estudio largo-actitudanal nos permita una respuesta empírica.

Nosotros “deberíamos” ser más felices. En general estamos más seguros, tenemos más y vivimos más tiempo. Pero estamos jugando al “Juego de los Drones”, pequeñas abejas obreras felices que recolectan para nuestra Reina del Consumidor de manera despreocupada e irresponsable. La reina tiene que mantenernos insatisfechos o dejamos de trabajar y esa perra gorda tiene que trabajar ella misma.

Tenemos todo dentro de nosotros para ser felices y las condiciones dentro de la sociedad para acceder a la verdadera felicidad. Solo tenemos que cesarla.