Ser más amigable normalmente significa hablar abiertamente con personas que apenas conoces, ser amable con los extraños o confiar en alguien muy fácilmente. Algunas personas están construidas de esa manera y no hay casi nada que puedas hacer al respecto.
El principal problema con las personas que son demasiado amistosas y confiadas es que las personas las usan. Los lastiman rompiendo su confianza una y otra vez y aprovechando el hecho de que con dulces conversaciones harían que esa persona confíe en ellos.
Las únicas personas que se ven afectadas por esto es la persona misma. En el caso de las niñas, si una niña es demasiado amigable y continúa hablando con un chico nuevo o con cualquier chico que venga a clase, todos los demás la consideran una coqueta, una chica que trata de llamar la atención de todos. Nadie ve esto de una manera decente y se la culpa a ella por ningún error suyo. Lo mismo se aplica a un chico. Pero en el caso de un chico, solo las chicas piensan así.
Puedes intentar guardarte las cosas para ti mismo. El compartir tus cosas personales con tus amigos cercanos está bien, pero no con otras personas que no conoces. Normalmente es contraproducente para nosotros, cuando escuchas acerca de personas que chismean sobre ti a tus espaldas.
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Así que trata de mantener tus secretos dentro de ti, y hasta que no tengas otra opción, estarán a salvo contigo.
Como niña, diría que yo también era una persona demasiado amistosa. Pero con todos mis secretos conmigo, puede que no tenga cosas de las que hablar con mis amigos, pero no tengo que perder el sueño por preocuparme de a quién buscarán mis secretos.