- Mantén la calma: respira hondo y relájate. No te tenses ni hagas movimientos bruscos. No uses lenguaje corporal amenazador.
- Aplique la regla de oro: hacer a los demás lo que le gustaría que le hicieran a usted, es un dicho que parece haberse olvidado en el mundo de hoy. Si quieres tener menos problemas, sigue esta regla. Sé respetuoso y amable con todos los que conozcas. Si intentas iniciar problemas en lugar de resolverlos, no puedes esperar de forma realista evitar las peleas.
- Sea empático y comprenda: escuche las necesidades y deseos de su agresor. Detrás de la fachada del “tipo duro” hay alguien que quiere ser escuchado. Escucha sin juzgar los sentimientos de tu agresor. No asumas que tienes todos los hechos cuando no los tienes. Trabajen juntos hacia una solución cuando su agresor esté tranquilo.
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Cómo desactivar una pelea antes de que comience en defensa propia