Más allá de la riqueza y el poder político, el estatus en los Estados Unidos es complicado, se puede dividir en conspicuo y discreto. Un ejemplo de estatus conspicuo es Donald Trump. Un ejemplo de estatus discreto son los herederos de las fortunas de Vanderbilt o Rockefeller. Ambos ejemplos son considerados de clase alta o alta sociedad.
La clase media tiene su propia versión de alto, medio y bajo, pero todo se basa en la percepción o la notoriedad. Aquí es donde encontramos vecindarios llenos de “McMansions”, casas antiguas en mal estado con autos extraordinariamente caros en el camino de entrada y apartamentos de alquiler bajo con televisores de 50 pulgadas. Aquí es donde la línea se difumina entre la clase media y baja, ya que todos parecen tener sus propias ideas sobre qué símbolos determinan el estado de alguien. Podría ser zapatos, podría ser ropa u otras formas de propiedad que se pueden mostrar en público.