Hago. Hago. Hago.
Esos tiempos eran cuando solía preguntar y quería saber. Ahora cuando enseño soy yo contándolos y escuchándolos.
Fue divertido, todo lo que quieres saber parecía legítimo y bueno como un hábito.
Ahora me siento deprimido cuando veo a mis alumnos esperando que les cuente todo. Es duro ya no ser estudiante.
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- ¿Por qué todos dicen soñar en grande y el cielo es el límite, pero cuando aspiras a hacer grandes cosas, los padres se burlan de él y los demás se ríen?
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Como estudiante todo lo positivo y bien informado parecía una perspectiva. Pero a medida que crece la dimensión del pensamiento cambia. Todo se valora primero y luego se elige. Es un mundo diferente.
¿Pero el aprendizaje alguna vez se detiene?