Los seres humanos son criaturas sociales. Sobrevivimos como grupos, no como individuos. En la historia evolutiva, ser un miembro valioso del grupo ha sido extremadamente importante para la supervivencia de los individuos. Si otras personas nos valoran, entonces nos darán acceso a recursos (comida, dinero, equipo), y serán más propensos a aliarse con nosotros y más interesados en nosotros como socios románticos.
El prestigio es un indicador poderoso de si otros nos consideran miembros valiosos de la sociedad humana. Los académicos que publican artículos en revistas de prestigio obtienen acceso a mejores oportunidades de empleo, mejores fondos para sus investigaciones y mejores estudiantes. Los actores que ganan premios de la Academia tienen más probabilidades de ser elegidos para protagonizar futuras películas, y es más probable que se les pague más. Las personas que compran una casa en una dirección de prestigio consideran que es más probable que tengan acceso a mejores escuelas para sus hijos y mejores instalaciones comunitarias en su vecindario. La mayoría de las personas preferirían recibir un Premio Nobel que ganar una lotería por la misma cantidad, porque tratan a los ganadores de estos prestigiosos premios con gran respeto y escuchan atentamente sus opiniones sobre todo tipo de temas.