En el tiempo de hoy, creo que ni siquiera puedes dar por sentado a tu propia familia. Y si tiene que devolver el favor de alguna manera: decir “gracias” no es suficiente. En el mundo real, las personas tienden a decir gracias porque pequeñas cosas como hacer la cama, cocinar, etc. son cosas que se pasan por alto con facilidad. Crecí en una casa destruida donde mi padre salió con mi hermana, mi madre y yo y nunca miré atrás. Mi mamá nunca trabajó y ahora nos tenía a los dos para cuidar. Ella hizo lo que la mayoría de los padres harían, nos compró ropa, pagó nuestras cuotas escolares, celebró nuestros cumpleaños y demás, pero nunca le agradecimos todo eso. Ahora que soy madre de un hermoso bebé de 10 meses, me doy cuenta de que un día también podría navegar en el mismo bote.
Darme cuenta de esto me hace sentir agradecido por lo que tengo y una motivación para ser una mejor madre que se cuida a sí misma, una esposa que quiere ser amada y amada incondicionalmente y una mujer que tiene ambiciones, sueños y metas en los que trabajará arduamente. Para lograr y por último no dar nada ni a nadie por sentado.