Tomar el camino bajo sería señalar que la alfabetización es la diferencia más obvia estadísticamente. Pero esa es una manera barata e injusta de caracterizar la diferencia. Ambos eventos son increíblemente inspiradores para sus seguidores. Una es una exhibición de desempeño atlético sin guión, mientras que la otra es un deporte de combate extremadamente competitivo y exigente. En la práctica, ambos parecen representar y personificar las mayores fortalezas y virtudes del hombre.
En cuanto a lo que se podría decir acerca de las personas que son sus fans, sugeriría esta analogía. WWE es para UFC como Shakespeare para Caesar.