La gente me mira de forma extraña cuando le pregunto: “¿Quién soy yo para ti?” ¿Por qué pasó esto?

Te estás volviendo demasiado profundo demasiado rápido con ellos. La mayoría de las personas no quieren interactuar en un nivel filosófico o psicológico profundo entre sí, a menos que se conozcan realmente bien. Y a menudo, ni siquiera entonces. Hacer eso implica autoexploración y expone vulnerabilidades. Así que a la gente le resulta incómodo, incluso amenazador.

No es que sea una mala pregunta. En realidad es una gran pregunta. Pero si me preguntas eso, noté que me conocía, también te miraría de forma extraña.

Porque es una pregunta cargada para la que no hay respuesta objetiva. También es bastante ambiguo, ya que no está del todo claro qué es lo que quieres que la otra persona te diga.

Porque, la gente normal no anda preguntando a la gente que sabe qué es para ellos. Es por eso que.

La única vez que no me sorprendería esa pregunta sería en una gran reunión familiar, con muchos primos lejanos que nunca había conocido. Luego hablaríamos acerca de quiénes eran nuestros abuelos y concluiríamos que, por así decirlo, fuimos como primos segundos.

En cualquier otra ocasión, te preguntaría a qué te refieres. Te preguntaría quién eres, si no lo supiera ya. Podría o no podría mirarte extrañamente.