Es la naturaleza de nuestra educación. Es decir, no el contenido de la educación sino el estilo bajo el cual se enseña. Una persona pasa su adolescencia formativa adquiriendo hábitos sociales de sentarse en clase y absorbiendo las opiniones de los maestros sin cuestionamientos. Luego van a la universidad y repiten el proceso. Cuestionar las cosas está estigmatizado. El estilo de lectura del consumo pasivo de información desalienta hacer preguntas. El hábito del silencio se convierte en un hábito de muerte cerebral. La conformidad se convierte en la política de la sociedad.
Todos ustedes han sido condicionados a no pensar. Sé educado en casa durante tus años formativos y nunca te callarás con tus preguntas. Sabrás cómo pensar por ti mismo y todos te odiarán por ello.