Hay varias posibilidades para esto.
- Los insultos están determinados por dos cosas, la intención del hablante y la forma en que el oyente lo escucha. Si algo insulta al oyente, sigue siendo insultante incluso si el orador no lo intentó de esa manera. Y depende del orador aprender de este error.
- “Generalmente no es un insulto intencional” es una frase interesante. ¿Entonces el hablante puede decir algo y en algún momento lo dice con insultos, y otras veces no? ¿Cómo es el oyente para decir la diferencia? Parece que hay un error de comunicación incorporado aquí.
- “Sobre cosas amplias” es otra frase interesante. Las “cosas generales” pueden implicar generalizaciones y el exceso de generalización puede ser insultante.
- Y para estar equilibrado, no puedo descartar que el oyente también sea demasiado sensible. Pero si esto siempre le está sucediendo a un orador en particular con múltiples oyentes, no son los oyentes, es el que habla. Si sucede con un pequeño grupo de oyentes, podrían ser ellos.