¿Qué pasa con los humanos que nos hace querer tener súper poderes, cambiar de forma a otras criaturas o alienígenas, etc.?

Se trata más de disfrutar la vida que de ser infeliz. El deseo de decir volar, no se trata de estar descontento con quién eres, sino el ejercicio mental de reflexionar sobre lo genial que sería experimentar lo que sería volar por encima de un cañón, aunque solo sea por un corto tiempo. Se trata de asombro, pensar en todo lo que el universo tiene para ofrecer.

Desde un punto de vista más práctico, es lo que nos lleva a innovar. Tenemos el deseo de mejorar, de obtener una ventaja competitiva sobre nuestras circunstancias. Un ejemplo simple es nuestro deseo de estar a salvo de los depredadores, por lo que pensamos en formas de moldear nuestro futuro, para mejorar. Este deseo de mejorar no significa que seamos infelices, solo significa que queremos superar las etapas inferiores de la jerarquía de Maslow para satisfacer las necesidades de un orden superior.

Para algunos de nosotros hay un aspecto fascinante de ser algo que es poderoso como un ser mítico de cualquier tipo o tener poderes en general, básicamente una cosa de fantasía de poder en algún aspecto.