Nada realmente funciona para nosotros. Solo nos acostumbramos a cómo van las cosas y nuestra perspectiva hacia las cosas cambia. Nos ponemos de acuerdo con las circunstancias de las cosas que suceden a nuestro alrededor y nos hacemos más liberales con ellas. La vida se vuelve fácil de esa manera. Y así decimos que las cosas están funcionando bien. Cuando vemos más ajustes, intentamos cambiar el flujo de las cosas y redirigirlo hacia la forma en que nos sentimos cómodos. Una vez más, nada cambia, solo nos toma más tiempo y esfuerzo cambiar nuestra mentalidad hacia los cambios en curso.
La aceptación es la clave definitiva para toda la felicidad. Una vez que obtenga el poder de aceptar los hechos, las cosas siempre funcionarán para usted.