Las lecciones de un amigo de 95 años sobre el envejecimiento, el mantenerse positivo y la evolución continua.
Mi querido amigo Joe Gifford es uno de los ejemplos más importantes en mi vida de alguien que puede envejecer de una de las formas más inspiradoras y perfectas que he visto. Aprendí de él innumerables lecciones al observar cómo continúa en la vida y cómo no quiere dejar de vivir.
Algunas de las lecciones que he aprendido de Joe:
1). Hacer amigos con personas de todas las edades, de todas las generaciones.
No es un secreto que todos comenzamos a perder personas en nuestras vidas a medida que envejecemos, pero si tenemos amigos en cada generación, no perderemos a todos en nuestras vidas. Nos mantendremos jóvenes porque nuestros amigos nos mantendrán estrechamente vinculados con la cultura, e incluso pueden ayudarnos cuando lo necesitemos.
2). Mantenerse ocupado y conectado a su red social.
Trabaja en tus amistades y nunca te detengas. Permanezca en los sitios de redes sociales, use el correo electrónico y nunca subestime el poder de mantenerse conectado. Joe tiene amigos de todo el mundo y puede mantenerse en contacto con ellos continuamente, sin salir de su sala de estar.
3). Hacer planes.
A los 95 años, todavía puedes ir a la ópera, tener buenas cenas y visitar otros países. Hacer planes es una gran manera de mantenerse vivo porque no planeas morir. Aprovecha el día y haz lo que te mueve con las personas en tu vida con las que te encanta estar.
4). Acepte sus signos físicos de envejecimiento pero no deje de buscar maneras de sentirse mejor.
Examine su cuerpo tan a menudo como sea posible y sepa que acudir al médico, o incluso a una visita al hospital aquí y al otro lado, es una parte normal del envejecimiento. No luches contra el tiempo que lleva reparar o sanar. Tu cuerpo se romperá, pero tu mentalidad no tiene que hacerlo. No dejes de buscar mejores maneras de sentirte mejor. No deje de probar las cosas más nuevas, ya sean hierbas, dietas, probióticos, lo que sea. Cuanta más energía pones en encontrar formas de aliviar tu dolor, más fuerte se vuelve tu espíritu.
5). Continúa trabajando aquí y allá, haciendo las cosas que más te gusta hacer.
Aún puedes aparecer en el mundo y compartir tus regalos de tus años de trabajo. Todavía puedes contribuir. Solicite ser un orador invitado en un aula, o escriba algo en su campo de interés que otros puedan aprender. Los años de experiencia tienen mucho valor y compartirlos es una parte importante del envejecimiento. Nadie debe quedarse solo en una habitación sin nada que decir, y nada más que dar.
6). Mantener un espíritu evolutivo, seguir evolucionando.
Reunirse con personas para discutir un nuevo libro o un tema de interés. Manténgase activo en los eventos actuales y encuentre maneras de seguir aprendiendo y creciendo. El hecho de que uno esté envejeciendo no significa que el aprendizaje se detenga. Nosotros, los humanos, tenemos la rara capacidad de mantener el interés hasta el día de nuestra muerte. Muy a menudo eso se queda atrás en la confusión del envejecimiento. Mantenlo vivo en ti mismo y aprecia ese interés.
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