La depresión para mí es como una gran cueva negra en la que caigo. Funciono en el nivel mínimo y me retiro a mi cama.
Con 41 años y habiendo pasado toda mi vida luchando contra este trastorno, puedo decirte lo que me ayuda .
- Jardinería. Salir a diario y ver los frutos de mi trabajo (o no) me pone a tierra y se mueve.
- No beber alcohol. La automedicarse con este veneno es una mala idea.
- Yoga. Hacer que el cuerpo se mueva y se estire hasta mis límites me da una sensación física de logro.
- La caminadora. Si sé que estoy pasando por un período tradicionalmente malo (vacaciones, que es cuando a mi padrastro le diagnosticaron cáncer cerebral y murió su hermano) me comprometo a 45 ‘por día cuando no estoy trabajando.
- Dieta. Evitar la basura es de suma importancia. Hago la mayor cantidad de comida casera posible. Frutas y verduras frescas. No solo la dieta es mejor, sino que estoy participando activamente en mis decisiones en la vida.
- Hablando con mi marido. Bendice su alma. Él escucha, simpatiza, me ama incondicionalmente. Él ha sido mi roca. Antes de que tropezara con mi vida, mi depresión golpeó mucho más fuerte.
- Por último, las comedias. Mira, lee, google cosas divertidas. La risa es una medicina maravillosa.