Yo diría que tiene algo que ver con las construcciones sociales de “correcto” e “incorrecto”. A muchos de nosotros nos gusta hacer cosas que se supone que no debemos hacer como un acto de “rebelión” contra la autoridad. El método no es “aceptable”, por lo que su mente continúa encontrando placer en las cosas que, inconscientemente o conscientemente, sabe que son tabúes.
Mho