Déjalos caminar sobre mí – figurativamente. Nada más estúpido que eso. Y sí, acosé a un niño de su clase, lo cual, por cierto, lamento haber hecho, fue solo una vez, solo una amenaza y no recuerdo mucho de eso, estaba en la escuela. Eso no fue estúpido, fue terrible.
La otra cosa que recuerdo haber hecho fue tallar el primer alfabeto de su nombre en mi antebrazo.