Fue relativamente creativo (proporcional a la inteligencia del hombre, por supuesto), pero al final fracasó estrepitosamente porque no pensó en cubrir su rastro.
Mi ex, con muchos rasgos de personalidad narcisista y antisocial, fue rápidamente bloqueado para que no pudiera contactarme una vez que me di cuenta de la magnitud de su abuso e inmadurez emocional y rompí con él. Cambié mi número y borré mis redes sociales. Pensé que nunca más volvería a tener noticias suyas, ya que aproximadamente el 70% del tiempo que nos conocíamos, me ignoró y me dijo todas las formas en que tenía defectos, y no pensé que él haría todo lo posible por contactarme.
Me habían despedido de mi trabajo unas semanas antes de que terminara con él, ya que el estrés y la confusión causados por su abuso habían afectado mi capacidad para hacer mi trabajo.
Solo había estado en mi nuevo trabajo 3 semanas (2 semanas después de la interrupción / no contacto) cuando comenzó a llamar y enviar un correo electrónico a la recepción de mi nuevo trabajo. Primero, dijo que era él, se llamaba a sí mismo mi “amigo” y que debía contactarlo “con urgencia”. Por supuesto que no contesté, aparte de la primera vez que llamó, donde le dije que no quería más contacto y que acudiría a la policía si persistía.
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Así que decidió que fingir ser otra persona me engañaría para que lo llamara. Envió correos electrónicos a través del sitio web de la compañía, se hizo llamar “Tom” y dio un número de teléfono móvil que no reconocí. “Tom” preguntó por la membresía al establecimiento y dejó mensajes en la página de Facebook de la compañía. Desafortunadamente para “Tom”, envió todos estos mensajes desde su dirección de correo electrónico real (literalmente su nombre real y fecha de nacimiento), y la cuenta de Facebook (su nombre completo). Hizo que mi solicitud de una orden de restricción fuera fácil, y ahora que el tiempo ha pasado, ¡puedo reírme de la estupidez!
Me estremezco al pensar que hubiera pasado si me hubiera contactado con este “Tom” en el número proporcionado. Sin duda, mi ex habría usado esto como prueba de su afirmación de que yo era un demonio promiscuo que buscaba constantemente nuevos hombres con los que salir o dormir.