No sé por qué mencionas ‘artistas de hoy’. Expresar activamente la sexualidad, la sensualidad y jugar en el complejo de atracción / repulsión de la humanidad en lo que concierne al sexo ha estado ocurriendo durante casi todo el tiempo que han tenido lugar las actuaciones públicas.
La moralidad pública ha oscilado en un péndulo, de ida y vuelta entre el puritanismo y la licencia para casi toda la historia humana. Las comedias griegas presentaban un humor increíblemente obsceno, tanto físico como verbal.
El teatro romano de la calle era francamente pornográfico. El “alto” arte del Renacimiento presentaba la sensualidad y la sexualidad bajo un esteticismo muy bien disfrazado y muy bien disimulado. Pero una vez más, las artes populares eran bastante sexo, gula y avaricia de punta a punta.
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Imagine The Simpsons si fueran transmitidos por HBO en lugar de Fox. Eso fue lo que fue Commedia dell’Arte.
La danza siempre ha tenido un aspecto arriesgado. Y ‘actriz’ solía ser un eufemismo para una mujer de virtud negociable.
Isadora Duncan es famosa por haber bailado innumerables veces, ya sea total o parcialmente desnuda.
Podría seguir, pero la conclusión es esta: Rihanna no es ni la primera ni la última en atascarse con ropa absurdamente apretada y sacudir su cuerpo para que el mundo lo vea. Apelar a la sexualidad de las personas es una forma tremendamente efectiva de llamar su atención. Y la atención se vende. Siempre lo ha hecho, y probablemente siempre lo hará.