No creo que nadie olvide su primer amor. Es una emoción tan poderosa, y la primera vez que la sientes, es como ser increíblemente alto. Es como ser atropellado por un automóvil hecho de malvaviscos que te lanza al cielo y nunca quieres bajar. Y luego termina. Y es como si tu corazón se quedara en el cielo, pero el resto de ustedes perforó un profundo cráter en el suelo. Es un columpio de emociones, no hay forma de que puedas olvidarlo.
Mi primer amor fue una chica llamada Lauren. Ella era la chica de los sueños maníacos. Se presentó trepando a mi cara, casi nariz con nariz conmigo, entrecerrando los ojos y diciendo que me recordaba a alguien. Nos besamos por primera vez en los primeros minutos del 1 de enero de 1999. Estaba instantáneamente, irrevocablemente, locamente enamorada de ella. Fui a la fiesta de graduación con ella. Duramos nueve meses casi hasta el día. Pensé que moriría de mi corazón roto. Con el tiempo, nos reconectamos como amigos. Ahora está casada, y tiene un niño muy inteligente y otro en camino. Ella estaba a mi lado cuando salí con mis padres. Fue un desastre, y me siento mal por haberla superado.
Ese tipo de cosa emocional no es algo que jamás olvides. Es simplemente demasiado