¿Cuándo sería apropiado decir ‘¡No tendrás motivos para cuestionarme!’?

¿Cuándo sería apropiado decir “¡No tendrás motivos para cuestionarme!”?

¡Nunca, nunca, nunca! Es una frase tan forzada e incómoda que si alguien dijera eso, todos en la sala se echarán a reír o intercambiar miradas de preocupación. Qué forma tan extraña de hablar.

Soy infalible Nunca me equivoco. Todo lo que digo o hago es correcto. No tendrás motivo para cuestionarme. Si te atreves a probarlo, te castigaré.

Hace al menos 100 años.

Las frases así están muy anticuadas, y el tono ofensivo de las palabras también suena muy anticuado.