Esto se mete en algo que se llama autocompasión. Se trata de no ser demasiado duro contigo mismo, de aceptar que no eres perfecto y, a veces, ni siquiera cerca. Incluso es posible, y muy recomendable, no estar bien con algo acerca de ti mismo y querer mucho para cambiarlo, pero estar bien contigo mismo y aprobar el deseo de cambiarlo. O incluso estar bien contigo mismo por no estar bien con algo que simplemente no puedes cambiar.
Pregúntate a ti mismo: “¿Qué le diría a mi mejor amigo si me dijeran que no estaban bien?” Luego, repítete eso a ti mismo, una y otra vez, hasta que lo creas.