¿Por qué hablar contigo mismo no es un signo de un alto nivel de madurez?

Madurez de alto nivel? ¿Quien dijo que? ¿La gente que no sabe entretenerse? ¡¡Jaja!!

Hablé conmigo mismo todos los días. Cada minuto posible.

La madurez no siempre es:

  • rodeándote con una multitud de extraños / amigos que buscan publicidad barata y atención temporal

Cuanto más creces, más sabio vienes a ser. Cuanto más sabio seas, menos personas necesitarás en tu círculo.

Y cuando encuentres tu paz interior. Tú ganas. Contra todo Argumentos, críticas, gente de capa de azúcar, gente de 2 caras … todo.

Está bien hablar contigo mismo. Pero recuerda. No todos los que te seguían son fanáticos. Emisor de historias y luego le agregan algo como si estuvieras diciendo mentiras.

No somos inmaduros. Nosotros solo … nacimos raros. Y lo más raro en la tierra es la creación más preciosa.

Y.

Aquí hay un diálogo que puede ser útil si alguien viene y trata de humillarte.

Ellos: definir el término “impresionante”
Tu: Desata tu Faggotness

Ser sarcástico es lo que aprendo cada vez que hablaba conmigo mismo * guiño

Respuesta corta no es …
… pero, en términos generales, no es propicio para entornos sociales y para el público, por lo que sería razonable limitar este comportamiento “particularmente” en términos de “madurez”.

La madurez se basa únicamente en cómo uno desarrolló su carácter lo mejor que pudo, por lo tanto, es subjetivo en su mayor parte. La madurez toma en cuenta muchos niveles de pensamiento con respecto a sí mismos, su entorno social y físico, y su relación con estos.

Es un concepto bastante abstracto, por lo que un simple “solo sigue lo que dicta la sociedad” no es ni maduro ni útil.

Además, la madurez no es ser fría, no emocional, cínica, hastiada, en no tener interés en cosas consideradas “divertidas” y cosas de utilidad pura, o cualquier otro estereotipo. Una parte de la madurez es aceptar ser “como un niño” pero no “infantil” y conocer la diferencia, y aceptar las propias y otras peculiaridades y diferencias de los demás …

Encuentra que tu propia sabiduría es el quid, no puede sumar nada realmente.