¿Las personas con problemas de funcionamiento ejecutivo son malas en todo?

No, en absoluto, sin embargo, los desafíos de la función ejecutiva pueden afectar muchas cosas, incluida la forma en que conceptualizan el tiempo, planifican el futuro, regulan sus emociones y lo que sale de su boca, etc. La buena noticia es que todas estas cosas pueden mejorarse con algo de trabajo