Vivimos en un mundo de intercambio excesivo a través de plataformas públicas como Facebook e Instagram. A veces me molesta el constante etiquetado de los lugares, la comida que se come y la vida cotidiana cotidiana.
Enfermedad sin embargo, es algo que agradecería saber. Si no fuera por otra cosa, entonces me aseguro de transmitir mis buenos deseos y hacerle saber a la persona que estoy allí si alguna vez necesita algo.
No es agradable ver a un niño enfermo, pero cuando lo conoces, llega a casa un poco más. Nos recuerda que debemos revisar a nuestros amigos y hacer un poco más de esfuerzo. Si se trata de una enfermedad a largo plazo, entonces, con suerte, podremos crear conciencia, ayudar a la familia uniéndose y mucho más. Si hay algo que aprecio de Facebook, es la posibilidad de permanecer conectado con personas cercanas y lejanas. Para actualizarnos sobre eventos importantes en nuestras vidas y para recordarnos sobre aniversarios, cumpleaños, etc.
Personalmente, nunca me he encontrado con alguien en mi feed que busca atención al publicar fotos de un niño pobre, siempre ha sido genuino.
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Si no te gusta, siempre puedes dejar de seguir a esa persona, pero te aconsejaría que simplemente les desees lo mejor y pases a la siguiente fuente. Siempre he creído que rara vez se sabe el impacto que sus palabras pueden tener en otra persona; a veces, algo tan simple como “pensar en ti” les permite saber que no están solos.